El Black Friday, o “Viernes Negro”, es una celebración que se hace en múltiples países desde hace varias décadas. Donde se ofrecen grandes rebajas en los productos de los locales, de forma que las personas tengan más facilidad para comprar sus regalos para Navidad, al mismo tiempo que los comercios intentan aumentar sus ventas. Hoy hablaremos a profundidad de este evento.
Origen del Black Friday
El Black Friday es algo que se celebra el primer viernes después del Día de Acción de Gracias. Por lo que, generalmente, suele dar inicio el 25 de noviembre o en una fecha similar. Antes, era especial por ser el único día del año en el que se hacían rebajas en los comercios, ahora, esta celebración es algo que puede llegar a postergarse por varios días o incluso por un mes.
Este evento empezó a celebrarse a principios del siglo XX, en Estados Unidos. Siendo la tienda Macy’s la primera en ofrecer descuentos a sus clientes a través de un desfile de Papá Noel, dando un origen conceptual a la festividad.
El origen de su nombre es desconocido, pero existen distintas teorías sobre él, como que era una expresión usada por los agentes de policía el denso tráfico de gente, que hacía referencia a las cuentas de los comercios que pasaban de estar en números rojos a números negros. Incluso se dice que es un nombre sacado del siglo XIX cuando los traficantes de esclavos bajaban sus precios por estas fechas.
Impacto económico
El principal motivo de que los comercios realizan ofertas para el Black Friday es que esto les da la oportunidad de aumentar sus ventas y generar mayores ingresos. Siendo una oportunidad perfecta para los locales que tengan retornos negativos llegar a una solvencia e, incluso, generar ganancias.
Por su parte, los consumidores tienen la oportunidad de aprovechar las ofertas para comprar productos que, en otros tiempos, no podrían costear normalmente. Aunque, según varios estudios, son muchos los compradores que terminan endeudándose por hacer sus compras en esta fecha. Por lo cual, el crédito bancario también recibe un mayor movimiento durante este evento.
Como es de suponer, durante el Black Friday las cotizaciones de los sectores minoristas suben a su punto máximo. De forma que la semana posterior surge una nueva bajada. Es decir, que esto representa ganancias o pérdidas para este sector a un corto plazo que son aprovechadas por los inversores que intentan aprovechar estas subidas para hacer sus nuevas inversiones.